jueves, 6 de mayo de 2021

Ejercicio de reconocimiento de funciones lingüísticas

 En el siguiente fragmento del Comentario que hace Leonor Calvera acerca de la obra Tao Te Ching de Lao-Tse, distingan la función de lenguaje predominante y las funciones secundarias que aparecen. Justifiquen.



     En el primer poema del Tao Te Ching está contenida magistralmente la síntesis que irá desarrollándose a lo largo del libro. Hasta el poema 37 tendremos un recorrido de los principios filosóficos del tao. De allí en adelante, Lao-tse se referirá a los problemas prácticos del hombre. De todas maneras, esta división es arbitraria porque en el original carecía de ella tanto como de signos de puntuación: nada tornaba rígido su líquido modo de expresarse.
    ¿Qué es el tao respecto al cual nos dice el poema inicial que no puede ser dicho? Precisamente esta afirmación nos orienta sobre su sentido: es lo que se encuentra más allá de las palabras, la razón y la lógica que conocemos. Todo intento de circunscribirlo conlleva, por ello mismo, una alteración que lo convierte en algo que ya no es el tao eterno.
      El análisis de la palabra tao permite adquirir nuevas informaciones sobre sus sentido. En chino está formada por dos caracteres: ch’o, que representa un pie dando un paso, y shou, una cabeza: el orden de las leyes universales y el orden aplicado a  cada individuo y a cada situación en particular. Estos dos aspectos del tao son los ejes sobre los que se deslizará el pensamiento de Lao-tse. O mejor, el eje único, puesto que en verdad cabe hablar de un solo, dado que se trata del tao y sus infinitas manifestaciones. Origen del cielo y de la tierra, es la no-existencia que no debe confundirse con la nada, puesto que es el estado anterior del ser. Místicos de Oriente y Occidente han coincidido, por distintas vías, en relatar experiencias de fusión con una entidad similar que todo lo contiene, que a todo lo sostiene sin ser ninguna de sus partes. Y también han coincidido en afirmar que el instrumento mental humano debe dar un vuelco cualitativo para estar en condiciones de percibir aquello que Lao denomina tao.
     El hombre común, aferrado a una pertenencia, teme perderla y ese miedo le dice elocuentemente que la pertenencia no es realmente suya, que está fuera de él. Por el contrario, el que se ubica en el no-actuar, que se alimenta del desinterés por cuanto existe, y que, siendo él mismo, tiene por centro el tao, ese se ha tornado uno con el mundo y sus obras. Al no interponerse las tinieblas del yo y su afán posesivo entre lo manifestado y su ser, puede fundirse con cuanto lo circunda sin perder su propia identidad.

Fuente: Lao-Tse (1989). Tao Te Ching. Prólogo, comentarios y traducción: Leonor Calvera. Buenos Aires: editorial Leviatán.


Esta tarea no deben entregarla; compartiremos el análisis propuesto en nuestra próxima reunión en Zoom, el jueves 13/05.



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